Derechos humanos y cultura de paz, pilares para desactivar conflictos
Expertos proponen reflexionar la cultura de la paz en la universidad, el gobierno y las asociaciones civiles para afrontar el desafío de la protección de derechos humanos
El impulso de la agenda de derechos humanos y la cultura de la paz es prioritaria en nuestro país para desactivar conflictos e inhibir la violación de los derechos humanos a través del análisis, la reflexión y la propuesta de políticas públicas.
Así lo aseguraron universitarios en el foro “Derechos humanos y cultura de paz”, que tuvo lugar en el marco de los espacios análisis del Comité de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), campus Los Belenes.
El foro, organizado por el Comité Universitario de Análisis sobre Asuntos de Interés Público en materia de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, destacó la crisis de seguridad que atraviesan México y Jalisco reflejada en homicidios, feminicidios, violencia de género, personas desaparecidas y la falta de atención a víctimas directas e indirectas de los delitos.
El integrante del comité y titular de la Defensoría de los Derechos Universitarios (DDU), doctor Dante Jaime Haro Reyes, subrayó que el desafío es proponer una reflexión y asumir compromisos alrededor de la cultura de la paz y los derechos humanos.
“El poder articular estos dos grandes pilares, la cultura de paz y los derechos humanos, para construir una serie de acciones en el ámbito de sus respectivas competencias, en específico, de los retos y problemáticas para resolver la crisis en derechos humanos”, precisó.
De acuerdo con Haro Reyes, Jalisco, según el índice World Justice Project, ocupa los sitios 24 y 26 en el país en el respeto de los derechos humanos por delitos contra la población, como desaparición de personas y violencia de género; además, subsiste la falta de atención a víctimas, pueblos originarios, tercera edad y niñas, niños y adolescentes.
Sobre la construcción de la cultura de la paz, precisó la urgencia de plantear un enfoque positivo permeado a través de la universidad y organizaciones de la sociedad civil.
“No solamente es entenderla como una parte de paz negativa por la ausencia de guerra, sino como una acción de paz positiva, es decir, el andamiaje a construir es la paz de manera proactiva por parte de la sociedad”, precisó.
La Segunda Visitadora de la DDU, maestra Violeta Yazmín Sandoval Cortés, destacó el papel de los organismos constitucionales autónomos, como el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), bajo la lógica de cuidar la división de poderes constitucionales.
“Hay una lógica en la división de poderes que es el equilibrio del poder, con el fin de no abusar del mismo que pueda afectar los intereses de los ciudadanos”, declaró.
“Es necesario analizar y replantear el papel de los organismos constitucionales autónomos que moderan el poder; plantear su no desaparición y vigilar la no intromisión de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial para los fines que persiguen”, enfatizó Sandoval Cortés.
El Secretario de la Academia de Derechos Humanos del CUCSH, doctor Enrique Arámbula Maravilla, planteó la consolidación del concepto de “autonomía universitaria” no reconocido en las legislaciones sobre educación del país, a fin de impulsar otros derechos de las comunidades universitarias, como la cultura de la paz, la inclusión, la no discriminación y el financiamiento.
“Hay que concientizar sobre la importancia y la oportunidad de promover el derecho académico para generar investigación en materia universitaria y difundir los alcances de esta materia jurídica”, concluyó.
Atentamente
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Guadalajara, Jalisco, 8 de noviembre de 2022
Texto: Adrián Montiel González
Fotografía: Adriana González